Próceres de ayer y de hoy

Ser prócer significa ser o haber sido un personaje polémico. Hombres más allá del bien o el mal, de los que no se puede decir nada objetivo, son amados u odiados, según cada subjetividad. Hace poco en río gallegos, nuestra presidenta renombró la calle Julio Argentino Roca por el de Doctor Néstor Carlos Kirchner, desatando una polémica que provoco la renuncia de la titular de toponimia. Para algunos este flamante prócer inicio una gran revolución política; para otros fue uno de los presidentes más nefastos que tuvo la argentina. De lo que no caben dudas, es que sus maneras eran muy violentas, un fiel representante de la política de la crispación, en la que lo único que valía era atacar al que no pensaba como él. Tras su muerte, la desgracia funciono como una estrategia de marketing para mejorar la imagen pública de la presidenta. El globo del mito comenzó a ser inflado por el pueblo sugestionado por el gobierno. Tenemos dos próceres polémicos, uno acusado de una matanza de indios en la Patagonia, otro de ser un psicópata del poder, ¿ Al final, a los argentinos, nos gustan, aunque nos hagamos los buenos y lo neguemos, los déspotas? ¿ Los necesitamos por alguna razón inconsciente? ¿Quien merece más llevar el nombre de una calle Roca o Kirchner? No hay una respuesta inequívoca a esta pregunta, solo se puede tomar partido por uno u otro como en natural que suceda. Para hacer un poco de justicia, habría que recordar que gracias a Roca, hoy la Patagonia no es británica. Fue él quien con sus gestiones hizo que podemos conservar la soberanía sobre estas tierras.


Es cierto que Roca tuvo su costado oscuro, pero aún así merece ser un prócer. No como Néstor Kirchner, que si es prócer, pero de barro, sólo hace falta un mirada aguda para que haga agua por todos lados.

Peleas mediáticas

Sin querer vi en la tele una pelea mediática entre Ricardo Fort y una supuesta ex acompañante -gato- amante, no se entiendo muy bien que es, una mezcla de todo. Se dijeron cosas muy denigrantes, al punto que uno no podía saber quien estaba yendo con la verdad, problemente ninguno de los dos. Sin intención de tomar partido por ninguno de los dos contendientes, pienso que esta mujer o como quieran llamarla, es un poco desagradecida con la vida. Es cierto que Richard es un boludo y manipulador , pero al menos es generoso y le paga todo a sus novias ficticias, que después cuando se siente usadas, aunque en realidad se dejaron usar, salen a hablar pestes del rey del chocolate en los medios masivos para tener un poco de prensa. Paupérrimo, la farándula es una selva donde nadie se salva de hacer comido. Una batalla de egos demasiado inflados, gente con más boca que talento, oportunistas mediáticos, especialistas en difamar. Como lo anticipo Andy Warhol un siglo atrás, vivimos la era de los cinco minutos de fama.

Los libros de mi vida

Voy por la vida buscando libros. Esa es una frase que me define bien. En las casas que visito, en las librerías de las calles que transito, siempre estoy atento a la expectativa de encontrar algún libro que me guste. Descubrir una librería nueva es abrir una puerta a la posibilidad de encontrar alguna joya buscada a hace tiempo. Es como entrar en el país de las maravillas husmear estantes, por un momento se para el tiempo, entro en un estado de ensueño donde no existe otra cosa que los libros. Esta fascinación me viene de chico, aunque alcanzó su apoteosis ya de más grande, de los libros de elige tu propia aventura, el gato con botas, la colección Robin Hood, Tarzán, la guerra de las galaxias, pinocho, y todo el mundo de Disney. Ahora transito por los mares de Vargas Llosa, los laberintos borgianos, los ensueños proustianos, por la Buenos Aires sórdida de Jorge Asís, por los ambientes fantasmagóricos de Ray Bardbury, por la frescura y claridad de Alejandro Rozitchner y muchos más. No puedo concebir una vida sin libros, los necesito como el aire. Leo todos los días, es mi combustible que me vacuna contra la mediocridad de la TV basura. El retrato de Dorian Gray y cien años de soledad fueron dos libros fundamentales en mi vida
, ambos los leí varias veces. Quede maravillado con el realismo mágico, era algo nuevo para mí en ese entonces. Estaba tan enganchado con el libro que no necesite hacerme un cuadro
sinóptico de la estirpe de los Buendía, me concentración era férrea. Y ni que hablar del culto hedonista de Lord Henry, aquel personaje que pervierte el alma de Dorian, me fascino por mucho tiempo.

Esa fue mi radiografía intelectual de mi alma de lector. Ahora me gustaría saber como es la de ustedes, si es que me lee alguien, nunca se sabe. Y si no, soy feliz igual, escribiendo para nadie , quizás en el ciber espacio cibernético haya alguna estrella que capté mi señal y quiere establecer una comunicación.

El arte de vivir

Un microscópico big band biológico es el origen de nuestro estado de vida más primario, una célula. En el interior de nuestra madre nuestro cuerpo comienza a formarse, crece, hasta llegar a tener el tamaño requerido para nacer. Luego nacemos, salimos a la luz del mundo exterior. Es inquietante pensar que la mayor parte de la vida no existimos, es como un ensayo anticipado de nuestra futura muerte. Lo que muestra que vida y muerte se necesitan mutuamente, ellas son parte de la vida. Mirar fotos de nuestros padres cuando eran jóvenes y nosotros no éramos parte de vida, es ver una parte de nosotros que vivía antes que nosotros naciésemos. En efecto, si es cierto, como dicen, que todo lo que pasa tenía que pasar, tenemos un pasado antes de nuestro nacimiento. En sus miradas podemos escudriñar pedazos de nuestra alma. Somos un instante en la historia de la humanidad, una vida entre miles de millones, con una corta vida por delante, que pasa en un suspiro. El hecho que sea breve, lleva implícito un mensaje: Tenemos que vivir la vida con intensidad. Estoy convencido que nuestro destino está escrito a nuestra sangre, y que nuestro trabajo es descubrir cual es y hacer el esfuerzo necesario para hacerlo realidad. Una vida bien encauzada es la que puede lograr estas dos cosas. La vida puede llegar a ser un laberinto, es fácil perderse y nunca encontrar el camino de vuelta a la buena senda. Es un error pensar que algo no nos tendría que haber pasado, aún el peor contratiempo es una oportunidad para aprender algo. Desde este punto de vista podría decirse que todo lo que nos sucede es nuestro destino, y que no hay de que preocuparse. La trampa que nos tiende la mente es la de sacarnos del presente para hacernos viajar por el tiempo.


Un buen libro que habla del tema es “ el poder del ahora” de Eckhart Tolle. Cito un párrafo: “ ¿ Por qué habitualmente se niega o se resiste la mente al ahora? Porque no puede funcionar y permanecer en control sin el tiempo, que es pasado y futuro, así percibe el ahora intemporal como una amenaza.” En el presente somos, en el pasado fuimos, y el futuro es una posibilidad. Esto me hace pensar en Marta Minujin, porque gran parte de su obra no fue hecha con el fin de que quedara en un museo, fueron obras para que el público pudiera intercatuar con elllas, experiencas sensoriales, que duraron lo dura una exposición. Se podría usar esto como metáfora de la vida, es un momento, llamado el arte de vivir.

El enemigo del pueblo

En “el enemigo del pueblo”, la obra de teatro de Henrik Ibsen, el Doctor Stockmann, médico y fundador de un balneario de una pequeña ciudad noruega, descubre que las aguas del mismo están contaminadas. Para solucionar el problema se debe cerrar el balneario, justo cuando está por empezar la temporada estival. Al ponerse en juego los intereses económicos de los comerciantes, periodistas y políticos, ya el descubrimiento del doctor Stockmann resulta molesto y es declarado el enemigo del pueblo. Esta obra es una muestra muy clara de como las masas pueden llegar a convertirse en un régimen fascista. Tenemos a un personaje enfrentado a todos, por decir una verdad que incomoda, que el pueblo se niega a ver. Es la historia de las minorías, la errónea creencia de que la mayoría tiene la razón, por el hecho de ser mayoría. Pero la historia muestra lo contrario: Las mayorías apoyaron las peores dictaduras y genocidios del mundo. Votaron a los presidentes más corruptos, una y otra vez. Nada sucede por casualidad, aunque después repudiemos las dictaduras, de alguna manera inconsciente las necesitábamos y pedíamos a gritos. Para después hacernos las victimas, ignorando nuestra secreta responsabilidad.

Actualmente el medico del enemigo del pueblo, somos una amplia minoría que no puede entender que haya gente tan enceguecida, que no puede ver lo déspota y nefasto que es este gobierno nacional. Que se sirve del simbolismo y la retórica populista para arengar y manipular a las masas, en pos de sus sórdidos intereses. Que se sirve de 678 como cerebro de un fundamentalismo Kirchnerista, que dice una cosa y hace otra. ¿ Hasta cuando vamos a seguir soportando a personajes mafiosos como Moreno y Fernández? ¿ Hasta cuando vamos tener que obnubilarnos con discursos grandilocuentes sin contenido? Y al fin despertar, del sueño setentista que nos vendieron. En los países serios, se trabaja en conjunto, no somos precisamente un ejemplo en eso, tenemos una presidenta que no le atiende el teléfono a Macri , que ha intentado establecer un vínculo, pero ella bien tosca, se niega por sus absurdos principios ideológicos, bastante hipócritas. En los 90, se lo puede ver en you tube, tenemos a un Néstor Kirchner adulando a Menem, luego estando cerca de Duhalde, para luego de haberlo usado para ser presidente, demonizarlo. ¿ Somos tan idiotas los argentinos que no podemos ver la falsedad de este gobierno? ¿ Hasta cuando no vamos a creer que esta mentira?

Las letras de la humanidad

Cada letra de nuestro abecedario puede ser usada una infinita cantidad de veces. Es obvio, no es ninguna gran verdad, por supuesto. Pero su me ocurrió pensarlo de de este modo : Supongamos que no fuera así, que cada letra pudiera ser usada sólo una finita cantidad de veces. Esto complicaría mucho la existencia: ¿ Cómo harían los escritores para escribir sus libros? ¿ Los redactores de un diario para publicar las noticias de cada día? ¿ Las trabajadoras sociales para redactar los informes ambientales? ¿Los que escriben para la tele y el cine? ¿ La gente que manda mails? Todos interrogantes que me surgen tras haber formulado esta extraña y aparentemente inútil hipótesis. Para seguir con este ejercicio imaginativo, supongamos que en un futuro muy lejano-en el cual los robots dominan el mundo- le ponen un chip a los humanos que controla la cantidad de palabras que usan por día. Si rebasan el limite establecido-que alcanzaría solamente para escribir notitas, para hacer la lista del supermercado y no mucho más- se los nos detiene y encarcela. Esto sería la peor dictadura ejercida alguna vez en la humanidad, limitar el uso del lenguaje al hombre. Sería una realidad muy hostil para los poetas, novelistas, cuentistas, dramaturgos, guionistas, periodistas, serían una especie en extinción, no soportarían ese régimen perverso, perpetrado por algún diabólico robot, que entendió la importancia vital que tiene para el ser humano el lenguaje.

¿ De que sirve pensar esto? Sirve para tomar mayor conciencia de lo que significa tener un lenguaje. Para sentirnos seres privilegiados, podemos comunicarnos como todos los animales, pero nosotros lo podemos hacer artísticamente también. Sirve para querer enriquecer nuestro vocabulario, para disfrutarlo más, porque fuimos dotados con la capacidad de comunicarnos con palabras, y éstas tienen mucho poder. Llegado a este punto, querido lector, ¿ se me puede perdonar el haber imaginado esto?