Un cliente viendo que no encuentra lo que busca, se acerca al mostrador y se la juega, total en no es seguro, hay que trabajar para el si:
Hola, discúlpame que te moleste, estoy buscando la película manhattan de Woody Allen, estuve mirando y no la encontré, ¿te podrías fijar en la compu haber si la tienen?
Empleada: Sí como no, mmmm, no me suena, para que que me fijo, ¿es el mismo director de la película scoop? No, no la tengo.
Cliente: ¿Y algo de Ingmar Bergman tenes? O sino fijate si tenes algo de Alan Parker, para que te ubiques es el que hizo la película de wall.
La chica pone cara de “ yo sólo sé que no sé nada “ ( Sócrates) y responde:
No, no me suenan ninguno de los dos directores, igual me fijo, no, no hay nada de de ninguno de los dos, pero de wall, ¿ es conocida no? Creo que en el blokbuster de Ramos la tenían.
El cliente la mira con una risita irónica y le pregunta:
¿Me das tu teléfono?
Empleada: No, no, tengo novio.
Cliente: Para, no te confundas, no te quiero invitar a salir, solo era para llamarte para que hablemos de cine, es tanto lo que sabes.
La empleada parece haber creído la falsa verdad de esa cruel ironía, y sigue atendiendo.
Cliente: Bueno, gracias por la atención personalizada, se nota que acá a los empleados son entendidos en la materia.
Empleada: No se enoje señor, lo que pasa es que nosotros estamos programados para la repetición: cuando un cliente elige su dvd o vhs favorito, nosotros le volvemos a decir lo que él ya sabe que alquiló, y cuando se retira por las dudas le hacemos acordar cuando tiene devolverla, aunque esté bien clara en la caja los días de devolución. Hasta luego señor, cualquier cosa mire los folletos que sabes más que nosotros.
Fin