Tuesday, April 01, 2008

Una linda terraza hecha de arte


¿De todas las obras de arte contemporáneo, hay algunas que no merecen ser llamadas arte? ¿Cuales son los parámetros para medir eso? ¿Qué busca el artista? ¿Hay un arte mayor y uno menor? Más allá de todos los interrogantes que puedan surgir, lo mejor que le puede pasar a uno es tener la filosofía del asombro, que es la capacidad de entrar a un museo sin ponerse en adulto crítico, jugando por un rato a ser un niño ante lo desconocido. Luego en otro momento vendrá la necesidad de separar el trigo de la paja, pero mientras tanto el ver arte tiene que ser una experiencia sublime.



El sábado pasado estuve en el museo de bellas artes y me paso esto: estaba en la sala de arte argentino, más precisamente en la de arte geométrico, cuando entré en una especie de éxtasis voluptuoso, en ese momento para mí no había nada mejor, estaba rodeado de una poesía geométrica, figuras provenientes de la imaginación de un artista y no de los objetos cotidianos. Me sentí un privilegiado, y comprendí aunque ya lo sabía, cuando sensible soy…



La imagen que ilustra este blog es una obra del argentino Pablo Suárez, que está en el museo de bellas artes.

1 comment:

el winco verbal said...

Pablo suarez es un gran artista, creo que miembro deun movimiento muy grosso de plastica argentina.
El arte plastico tiene como en todas partes un sesgo de personas que se atribuyen la admiracion de obras mientras otras quedan relegadas.
Creo que la vanguardia del siglo xx es muy rica en estudios de mercados y el precursor más conocido es Andy Warholl.
Es muy interesante estoi de que la gente encuentre las formas del arte en lo cotidiano.