Mi vida sin mi

El sábado a la noche, en un excelente ciclo de cine que está emitiendo canal siete, vi ”mi vida sin mi”, coproducción canadiense española dirigida por la catalana Isabel Coixet, y que cuenta con la conmovedora actuación de la canadiense Sarah Polley.

Sinopsis:

Ann ( Sarah Polley) tiene 23 años, dos hijas, un marido, una madre resentida con la vida y un padre en la cárcel. Lleva una vida chata, por la noche trabaja como personal de limpieza en una universidad publica de Vancouver, la cual es inaccesible para ella, ya que durante el día tiene que cuidar a sus hijas. El matrimonio vive en una caravana en el patio de la madre de Ann. Pese a lo humilde que son crían a sus hijas con mucho amor, y ellos se ayudan mutuamente, son una linda pareja. Don su marido, fue el primer hombre de Ann, una mujer de hierro que no se queja por nada; su marido tiene problemas para conseguir un buen trabajo, sin embargo la pareja es sólida y se nota que se aman. Un día Ann tiene un fuerte dolor en el abdomen, cuando asiste al hospital para ver que le pasaba le diagnostican un tumor en el estomago ya muy avanzado, le dicen que le quedan 2 o 3 meses de vida, no hay nada que hacer. Ella gran Leona, no se lo cuenta a nadie,y decide vivir con plenitud lo poco que le queda vida. Para ello hace una lista de las cosas que le gustaría antes de morirse: enamorar a otro hombre, ir a visitar a su padre a la cárcel, dejar grabado los saludos de feliz cumpleaño para sus hijas hasta que cumplan 18 años, acostarse con otro hombre para ver que se siente, decirle a sus hijas que las quiere varias por día, buscarle una nueva esposa a su marido, hacerse las uñas y ir a la playa con su familia. En un momento tan difícil de su vida ella logra tener un hermoso romance con otro hombre, y le evita a sus seres queridos el trajín de un tratamiento paliativo que no hace. El final inevitable llega, pero nadie se derrumba, Ann les había dejado grabaciones a su madre, marido y amante explicándoles los motivos por los que no les contó, todos sienten tristeza, pero no hay dolor. Pese a su inminente muerte, ella se ocupa de hacerse amiga de una vecina la cual podría ser la futura esposa de su marido, cuando ella no esté. Cosa que fue así.


El argumento para mi gusto es poco trillado, sin embargo el enfoque que se le da al tema de la enfermedades terminales es muy vital y superador. La actuación de Sarah Polley es de un estoicismo que parece frió pero que demuestra una fortaleza emocionante.