Tuesday, December 14, 2010

El arte de vivir





Un microscópico big band biológico es el origen de nuestro estado de vida más primario, una célula. En el interior de nuestra madre nuestro cuerpo comienza a formarse, crece, hasta llegar a tener el tamaño requerido para nacer. Luego nacemos, salimos a la luz del mundo exterior. Es inquietante pensar que la mayor parte de la vida no existimos, es como un ensayo anticipado de nuestra futura muerte. Lo que muestra que vida y muerte se necesitan mutuamente, ellas son parte de la vida. Mirar fotos de nuestros padres cuando eran jóvenes y nosotros no éramos parte de vida, es ver una parte de nosotros que vivía antes que nosotros naciésemos. En efecto, si es cierto, como dicen, que todo lo que pasa tenía que pasar, tenemos un pasado antes de nuestro nacimiento. En sus miradas podemos escudriñar pedazos de nuestra alma. Somos un instante en la historia de la humanidad, una vida entre miles de millones, con una corta vida por delante, que pasa en un suspiro. El hecho que sea breve, lleva implícito un mensaje: Tenemos que vivir la vida con intensidad. Estoy convencido que nuestro destino está escrito a nuestra sangre, y que nuestro trabajo es descubrir cual es y hacer el esfuerzo necesario para hacerlo realidad. Una vida bien encauzada es la que puede lograr estas dos cosas. La vida puede llegar a ser un laberinto, es fácil perderse y nunca encontrar el camino de vuelta a la buena senda. Es un error pensar que algo no nos tendría que haber pasado, aún el peor contratiempo es una oportunidad para aprender algo. Desde este punto de vista podría decirse que todo lo que nos sucede es nuestro destino, y que no hay de que preocuparse. La trampa que nos tiende la mente es la de sacarnos del presente para hacernos viajar por el tiempo.


Un buen libro que habla del tema es “ el poder del ahora” de Eckhart Tolle. Cito un párrafo: “ ¿ Por qué habitualmente se niega o se resiste la mente al ahora? Porque no puede funcionar y permanecer en control sin el tiempo, que es pasado y futuro, así percibe el ahora intemporal como una amenaza.” En el presente somos, en el pasado fuimos, y el futuro es una posibilidad. Esto me hace pensar en Marta Minujin, porque gran parte de su obra no fue hecha con el fin de que quedara en un museo, fueron obras para que el público pudiera intercatuar con elllas, experiencas sensoriales, que duraron lo dura una exposición. Se podría usar esto como metáfora de la vida, es un momento, llamado el arte de vivir.

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