Una ventana al mundo de otros

Hablando de mis pasiones ya tiene casi cinco años, bastante tiempo para un blog. Durante estos años he compartido con mis lectores, algunos de siempre, otros ocasionales, textos que son mis entusiasmos por una gran variedad de cosas de la cultura. Pura expresividad inocente la mía, en ese desfreno quizás he sido muy poco objetivo, ¿Pero un blog a caso, no es una experiencia subjetiva, el mundo privado de uno? En el caso de mi blog sí, por eso fui totalmente arbitrario sin culpa alguna. Mi única meta ha sido escribir por gusto y para mantener el hábito vivo. En este tiempo , aunque virtualmente, he conocido gente interesante que me ha tirado buena onda. En esta tribu cibernética todos nos apoyamos mutuamente, muy pocas veces he recibido comentarios hostiles en mi blog. No tengo muchos seguidores, lo que no es motivo para abandonar, aunque solo tenga uno voy a seguir escribiendo, esta es mi religión y una muy sana, la de expresarme con total libertad. Esto no quiere decir que no me interese ser leído por más gente, el hecho de tener un blog da entender que uno quiere que lo lea gente, y si es posible mucha.

El blog a provocado toda una revolución de la escritura, lo que antes quedaba guardado en cajones olvidados, ahora está al alcance de cualquiera. Se podrá decir que hoy cualquiera tiene un blog, pero no es tan así, hay muchos blogs que nacen y mueren en meses, porque su autor no ha podido actualizarlo seguido o se cansó. Así que no es tan fácil llevar un blog, requiere cierta disciplina. Por eso es un gran merito el mío y el de muchos otros, que durante años nos hemos comprometido con este humilde espacio que hemos encontrado para expresarnos. Vivimos un momento histórico, gracias a este nuevo formato se escribe más que nunca. Esto ha generado mucho material bueno, que de no ser por el blog nunca hubiera visto la luz. Un verdadero semillero de talentos, una vidriera de mundos privados, un supermercado de escritura, una ventana al mundo de otros.