Friday, January 05, 2007

Miradas

El centro de la ciudad de Buenos Aires, tiene la particularidad de tener determinadas calles o barrios dedicados casi en exclusiva a algún rubro en particular. El martes por ejemplo, pasé por la calle Talcahuano cuya especialidad son las relojerías y joyerías. No soy un hombre de mundo, así que desconozco si esto es patrimonio exclusivo de nuestra ciudad. Resulta interesante tratar de descubrir la particularidad de cada universo comercial, y así dejarnos sorprender por cosas simples con detalles sutiles difíciles de percibir.


Tuve una extraña sensación al transitar la calle de los dictadores del tiempo cultural: Ver tantos relojes juntos me hizo pensar en que la vida pasa y pasa sin parar, y que a cada instante se lo debe vivir con intensidad. La ciudad impone un ritmo de vida, depende de uno el como lo maneja a su gusto y necesidad.

2 comments:

Anonymous said...

Yo creo que es un fenómeno que se da en muchas ciudades. A mi me llamó la atención particularmente en Tacna, Perú. Hay una calle de casinos, uno al lado del otro, siempre llenos de gente que entra y sale a cualquier hora. Hay una que tiene ópticas y dentistas, otra de imprentas y así... Imposible, además, encontrar un local determinado fuera del área en el que están todos los demás del rubro. O sea, cada negocio está únicamente en la calle que le corresponde. Es bastante impresionante.

Santiago Javier said...

Es asombroso lo que me contas Maura. Ésas son las ventajas de viajar:conoces ciudades que pueden ser similares a otras, pero de alguna forma se distigen.