Wednesday, November 15, 2006

Un relaciòn de amor y odio

Es realmente increíble que el solo hecho de que alguien tenga el titulo de psicólogo/a lo haga poseedor de nuestras penas, miedos y de mas intimidades. Y la duda que planteo esta basada en que muchas veces no vemos el titulo colgado de la pared del consultorio; dado que nuestras necesidades de ser oìdos no nos permiten dudar. La respuesta racional es que nosotros acudimos a ellos porque nos brindan un servicio que debemos pagar. Pero al hablarles de cosas tan privadas terminamos creyendo de una forma inconsciente de que son un amigo más, y es ahí cuando empezamos a abrigar las mas variadas fantasías: si es mujer y bonita, pensamos que algún dìa la sesión va a terminar en un polvito contenedor; si es hombre, nos preguntamos porque no podemos ir al bar con él.

La bronca aparece cuando vemos que él o ella no es capaz de soltarnos algún granito de información sobre su vida privada; mientas que nosotros le vomitamos toda nuestra verdad. Cuanto màs contamos con màs derecho nos sentimos de saber aunque sea a donde se va de vacaciones, ¿Será mucho pedir? Y cuando nosotros los acosamos a preguntas, sacan el discurso bien conocido de:”Es que no sería bueno para el tratamiento que supieras cosas de mi vida privada.” Y nos quedamos con las ganas. Cómo dijimos se asemeja a un amigo, pero veamos las diferencias: si bien son tan confidentes como un amigo íntimo, no nos dicen las cosas que queremos escuchar, en comparación al típico amigo adulador que nos quiere tanto que no nos dice la cruda verdad. Cuando la relación terapéutica se afianza y perdura en el tiempo, la empezamos a ver como un tranquilizante, ya que cuando vamos sabemos lo que nos va a decir. Igualmente necesitamos sus palabras que nos cuestan unos cuantos pesos por repetirnos” Usted sabe muy bien lo que le pasa, no se confunda.”Igualmente son necesarios, ya que para algunos tener un oído especializada en escuchar les hace la vida mas llevadera y nos ayuda a ordenar nuestro cuarto mental, esto por allì, esto otro por acà. Y qué ambigua sensación nos produce el tenerles que pagar, cuando nuestra preferida fantasía es que sea gratis, por amor al prójimo. Cuando ella es joven y atractiva, la sesión resulta sumamente placentera: alguien que nos escucha y entiende, para colmo hermosa y tierna, como para no enamorarse. Pero esto es un problema, en vez de gastar nuestras energías en resolver nuestros problemas las usamos para intentar conquistarla, esfuerzo en vano, salvo en la ficción de best sellers de segunda. Ojo también están las malas experiencias, cuando por ejemplo nos topamos con algún discípulo de Freud que cumple al pie de la letra el legado de psicoanálisis haciéndonos sentir como verdaderos conejillos de indias. O el caso del que quiere conocer nuestro entorno familiar, cuando por lo que acudimos en su ayuda es porque nuestra familia no nos escucha.


Luego llegamos al momento tan incomodo para ambos del final de la sesión. Algunos lo dicen abruptamente, otros con sutileza y los más experimentados sin decirlo explícitamente concluyen la sesión. Uno a veces se enoja, le gustaría seguir hablando, otros se resignan, y algunos se alegran, ¿porque no? Al fin al cabo son personas como cualquiera, y podemos no tener ganas de escucharlas más.

4 comments:

Anonymous said...

Ella es joven y linda... estás enamorado de ella?

Kry said...

Mis padres son psicólogos y a mi sigue sin gustarme la ciencia. Aún así, toda esa triste gente que no sabe decirle a su hijo que estudie y piensa que tiene un trauma o esa pareja que se engañan mutuamente y no saben por qué no funciona su relación me dan de comer cada día. Ironías de la vida...

Gracias por pasarte, muy bueno tu blog ;)

Lia Forlin said...

Ola, soy brasileña, y psicologa... jejejej... pero reí mucho de su escrito! Tal vez usted ande con toda la razón... somos un amigo que en la verdad no es un verdadero amigo!!! Vida trágica la nuestra!!! Deseo todo de bueno para usted y su vida!! hasta más!

Ah, muy bueno tu blog y sus expresión de ideas!!!

Anonymous said...

Me alegrasté la mañana Lía, es un gran placer que hayas entrado en mi blog, cuando gustes poder volver y expresarte libremente.


Saludos desde argentina