Las galerías siempre me llamaron la atención, especialmente las que están en los barrios de la provincia de Buenos Aires con centros comerciales chicos. Me causa intriga saber: como hacen para subsistir los que ponen sus negocios en esos lugares tan ocultos al público. Lo habitual es que al poco tiempo cierren, y queden los que ya tienen una clientela de años. Cada vez que entro a alguna, una sensación de extrañeza me invade al ver ese submundo de comerciantes excéntricos apartados de los demás. Así como están los pueblos fantasmas, lo mis ocurre con estas galerías. En la estación de subte Carlos Pelegrini de la línea B, hay un pasaje subterráneo donde se puede encontrar un local donde te limpian los zapatos, es como viajar a otra época. El encanto de los oculto, es lo que me atrae de todo esto. Algo parecido ocurre a cielo abierto, cuando pasamos cientos de veces por una esquina y no vemos aquella casa vieja, hasta que un día la notamos y nos cuesta creer que siempre haya estado allí. Por eso me encanta tomarme el 123 en chacarita, únicamente de noche porque así se disfruta más el viaje, y hacer el recorrido entero que pasa por barrios poco frecuentados: Villa Urquiza, Parque Chas, Santos Lugares y demás localidades desperdigadas por la llanura bonarense. Uno descubre plazas que nunca vio, iglesias olvidadas, clubes viejos, caserones sordidos y calles desconocidas, que quizá por un largo tiempo no vuelva a transitar. Hasta llegar al Palomar donde termina el recorrido y vuelvo al barrio.
Releí un cuento de Julio Cortázar que se llama el otro cielo. Trata de manera similar de lo que les acabo de contar, salvando las distancias de calidad. Y que mejor forma para cerrar esta entrada que citar un pequeño fragmente de ese cuento que resume en pocas palabras lo que tan torpemente conté yo: “En todo caso bastaba ingresar en la deriva placentera del ciudadano que se deja llevar por sus preferencias callejeras, y casi siempre mi paseo terminaba en el barrio de las galerías cubiertas, quizá porque los pasajes y galerías han sido mi patria secreta desde siempre.” Este es un tipo de escritor cuyos temas suscitan en mí muchos interrogantes, por eso dejo abierto uno, ¿ la ficción moldea nuestra modo de ver la realidad? Gracias Julio por estos buenos momentos, seguramente en este momento debes estar en el cielo literario compartiendo una amena tertulia con George Borges y Bioy.
3 comments:
No te imaginas cuanto comparto tu sentimiento hacia sus escritos, ese surgir interior de preguntas con respuestas diseminadas en el tiempo o lugares valla a saber si transitará alguna vez…
brindo por julio!
Celeste
vaya
Gracias por tu visita,
Post a Comment