Palabras que gritan desde el fondo

Es tan solo un puñado de palabras lo que necesita la poesía para generarte la intriga, esa cosa apenas insinuada entre líneas. No es como la prosa que va derecho, dobla, vuelve; un poema es un rayo que se dispara para cualquier lado, algo efímero y profundo. A veces resulta tediosa leerla, especialmente para los lectores especialistas en cuentos y novelas, les cuesta decodificar el código poético, algunos se rinden, otros la injurian. Y no es para menos, una gran obra de arquitectura del lenguaje hacen los poetas: Una mezcla del más puro sentimiento con la más bella técnica, entre lo ficticio y lo íntimo. Podría decirse que hablan su propio idioma, algunos osan decir que es el género más difícil, cuna de muchos escritores. El merito de la síntesis, la capacidad de que un verso tenga tanto poder como un cuento entero, te sacude, te deja pensando, te devuelve la alegría dormida.

Después de las fiestas

Y cuando todo el mundo se iba

y nos quedábamos los dos

entre vasos vacíos y ceniceros sucios,

qué hermoso era saber que estabas

ahí como un remanso,

sola conmigo al borde de la noche,

y que durabas, eras más que el tiempo,

Eras la que no se iba

porque una misma almohada

y una misma tibieza

iba a llamarnos otra vez

a despertar al nuevo día,

juntos, riendo, despeinados.

Julio Cortázar