Retrospectiva

En la actualidad el cine que más se consume es el comercial: grandes estrellas; efectos especiales ultramodernos; caras bonitas etc. Lo que no quiere decir que todas sean malas películas, eso sería caer en un prejuicio generalizador. Un factor determinante de estos éxitos de taquilla, es el acostumbramiento de la gente a consumir lo último, la excepción es la que se gana sus meritos por su calidad y como tal son la minoría. Si a modo de experimento le hiciéramos ver a un adolescente alguna película de los 60, la gran mayoría se aburriría, le parecería lenta, salvo que sea algún estudiante de cine.

¿Un chico nacido entre el 80 y el 90, se pierde de algo no viendo el cine de los 40 a los 70? Primero habría que ver un poco cuales son la diferencias entre ambos momentos cinematográficos: Antes el galán para conquistar a su amada tenía que ser muy cauteloso en su decir y actuar, todo se cocía a fuego lento, bien romántico. Ahora parecería como que los juegos preliminares de seducción quedaran en segundo plano, los cuerpos se a traen casi sin hablar, se busca impactar a toda costa. Es lógico que sea así, vivimos a una mayor velocidad en todos los aspectos de la vida, pero hablando de la actuación se perdió algo de la teatralidad de antes. Cuando en el año 1968 se estrenó 2001 ODISEA en el espacio, los efectos especiales de la película fueron revolucionarios para la época. Hoy estamos tan acostumbrados a ellos, que casi no nos sorprenden, todos nos parecen muy normales. Se podría decir que unos de los meritos, pero no atacar tanto a mi tiempo, de las producciones siglo 21 es la calidad de imagen y sonido.

Para quienes amen el cine de antes, les será imposible olvidar la actuación de Peter Sellers en LOLITA; Y a los jóvenes seguramente les pase lo mismo con la actuación de Tom Hawks en Forrest Gump. Pero también habrá quienes no vean las cosas a través del lente de la dicotomía, y sepan identificar las grandes obras en todos los tiempos.