Las películas basadas en novelas siempre despiertan el mismo dilema: ¿Cuanto se gana y cuanto se pierde en ese traspaso? En algunos casos la síntesis cinematográfica lleva a que se vea pobre, cuando no está acompañada de buenas imágenes y actuaciones; o todo lo contrario, la película puede ser muy fiel a la novela y o hasta innovar para mejorar la historia. El merito del cine es saber mantener un equilibrio entre lo que se mantiene fiel y lo que se modifica, se elimina o se agrega.
El haber pasado al cine la novela Moby Dick de Herman Melville fue un gran cierto. Ponerle imágenes a esa historia la término de completar y hasta enriquecer. Es fantástico poder ver al capitán Ahab interpretado por el inolvidable Gregory Peck, como también a la impactante Moby Dick surcando los mares en lucha con el hombre. En general todas las escenas son buenas, pero una merece un párrafo aparte: Es la de el capitán Ahab subido en el lomo de la bestia marina desatando toda su furia contra ella, antes de hundirse para siempre en el mar.
Posts
No comments:
Post a Comment