Escuchando alguna obra de alto impacto de la música clásica, como puede ser la cantata Carmina Burana de Carl Orf, me transporto a un mundo imaginario. En éste juego a que soy director de orquesta, imitando esos movimientos de abrazos y manos tan electrizantes. También hago como que toco algún instrumento, apasionado como si realmente lo estuviera haciendo. La música me eleva, me saca un rato del mundo, y me permite soñar con un mundo donde todos seamos un gran coro unidos por la paz. Sí, estoy jugando como un niño con juguete nuevo, y siendo un adulto. ¿Y que tiene de malo? ¿Está mal visto? ¿No me puedo permitir un rato de esparcimiento? Al fin de cuentas si a esta sociedad no le parece bien, yo me doy el permiso de disfrutar igual. Cuando me siento desgraciado por alguna cuestión, me acuerdo de lo afortunado que soy de vivir en este mundo y poder disfrutar de las obras que dejaron los grandes genios de la música universal.
Y para terminar, quiero recomendarles el blog bitacora mundi.Es del secretario de redacción Y diagramación de la revista AMADEUS, persona con mucha sensibilidad para apreciar la música.
Y para terminar, quiero recomendarles el blog bitacora mundi.Es del secretario de redacción Y diagramación de la revista AMADEUS, persona con mucha sensibilidad para apreciar la música.
2 comments:
hola santi me gusta mucho tu blog y qeu sea tu manera de expresar tus sentimientos y gustos tambien me gusta besos. marcia.
Muchísimas gracias por el link, Santiago. Te estoy debiendo todavía un comentario sobre lo que me enviaste. No me olvidé. Un abrazo.
Post a Comment