Uno mismo

Inspirado en el artículo titulado, “ basta de pueblo” de Alejandro Rozitchner, publicado en la nación. com, escribí ésta entusiasta y apasionada declaración de vida: Sí a la fuerza de crecimiento personal; no ha mimetizarse con la masa amorfa; sí a evolucionar en nuestras ideas; no a el nacionalismo extremo que lleva a la xenofobia; no a hacer juicios de valor poniendo como parámetros si es de derecha, de izquierda, proge o socialista; sí a enamorarse de la vida como es, sin temerle a los problemas y dejando de soñar con que algún día vamos a tener un mundo perfecto; no a pelear por causas inventadas para manipularnos; Sí a los padres que le brindan amor a sus hijos y los dejan ser libres para elegir su camino; no a las agrupaciones violentas; sí a los que trabajan todos los días para salir adelante pese a los cortes, paros de trenes y demás vicitudes sin romper nada; no a calumniar al oponente político; sí a atreverse decir lo que pensamos aunque el otro no esté de acuerdo; no a hacerse el bueno para quedar bien, cuando en el fondo necesitamos ocuparnos más de nosotros mismos; sí a aceptar los cambios constantes de la humanidad, sin pensar que por eso el mundo está loco; no a perder nuestra singularidad; sí a ser conscientes de lo que les pasa a los más necesitados, pero sin sentirnos culpables. Y por sobre todos las cosas, sí a disfrutar de ver volar un pájaro en un atardecer naranja, relajarnos y no preocuparnos por lo que tenemos que hacer mañana