Bastardo con gloria

¿Se enterraron de la última travesura de Quentin Tarantino ? Aquel cinéfilo que aprendió el arte de contar en imágenes, trabajando en el video club de su padre en los Ángeles: que vive haciendo citas cinematográficas, ¿ Un Borges del cine? Muy nutrido por los clásicos pero vanguardista a ultranza. ¿ Genio, idiota, genio idiota, trasgresor, bastarlo? Eso y mucho más es Quentin Tarantino. Un director capaz de hacerte reír con una película ultra violenta como kill Bill. O armar un rompecabezas de escenas criminales. De conseguir al actor más solicitado del planeta, Bran Pett. Crear un personaje como el general “ Landa”, en “bastardos sin gloria”, más comediante que miembro del tercer Reich. Él, Quentin Tarantino, su mayor travesura hasta hoy fue: Jugar a ser díos, cambio la historia, asesino a la plana mayor del tercer Reich, incluido Hitler. Amado y odiado, más lo primero que lo segundo. Galardonado más que criticado. Admirador de la cultura pop americana. Creador del personaje “ el apache”( Brad pett), al frente de un comando de judíos norteamericanos que se dedica a matar nazis : “ Estamos en el negocio de matar nazis, y nos va muy bien”, dice en un momento el apache. La ante última escena de “ bastardos sin gloria”, es genial:

Está la plana mayor del Reich en un cine de París, viendo el estreno del año “la gloria de la nación”. Ignorando lo que les espera. La dueña del cine, sobreviviente, mataron a toda su familia, les tiene preparado una sorpresa. Graba un mensaje para los nazis. Luego de la orden, su empleado, un negro francés, detrás del escenario prende fuego una pila de cintas, material más inflamable que el papel. Se corta la película, todo arde, las puertas estar trabadas con fieros. En la pantalla aparece la sobreviviente, ya muerta hacía unos instantes : “ Ésta es la venganza judia, jajajajaj”. Todo arde, y su voz sigue resonando como si viniera del más allá.


Fue la victoria del cine contra el Reich. Sólo un director como Tarantino podía hacer algo así. Para algunos es un idiota, un inmoral, es respetable. Son los que todavía no conocen la filosofía del inmoralista, Nietszche.