Evolución

Las frases hechas y las muletillas están a la orden del día en nuestro vocabulario cotidiano. Algunas son necesarias para un mínimo de sociabilización y cortesía con el prójimo, otras se las puede cuestionar, como por ejemplo el decir” gracias a díos” usado hasta por personas que si fueron dos veces a la iglesia en su vida es mucho. Pareciera como que en el acto de agradecerle a una supuesta mano divina una ayudita, se quitaran algo de merito en lo que lograron o sucedió. Se dirá que no hace falta ser un asiduo concurrente a misa para tener fe, es cierto, también lo es que adquirir la costumbre de agradecerle a alguien invisible (creación imaginaria colectiva) suena un poco infantil. Se lo podría comparar a la actitud de un nene que le hecha la culpa a otro de la macana que se mando en el jardín.

Cuando esa creencia es sincera y está basada en argumentos sólidos, es valido ese agradecimiento. Lo que no resulta saludable es repetir mecánicamente “ gracias a díos” sin saber porque lo decimos, usando las palabras gratuitamente. Por este motivo me sumo a lo que dijo Roger Waters en una entrevista publicada en el suplemento de espectáculos de clarín el pasado domingo:” Yo no soy religioso, por eso creo que hay que vivir sobre la base de las verdades evidentes, aceptando que vamos a morir.” Y éstas son el arte, la ciencia, la familia, el amor, todas cosas que las vivimos a flor de piel y sabemos que son terrenales y no divinas.