A las 8 de la mañana tomar el tren, a las 8:25 el subte… Otros un colectivo que los deja cerca del trabajo, pero que tarda como una hora... Los más afortunados van a trabajar a pata, viven a un par de cuadras… Cuando viajamos todos los días en el mismo colectivo a casi la misma hora, no es frecuente encontrarse con la misma gente; pero en la estación de trenes de tu barrio te encontras con todo el mundo, y eso te aburre, no tenes ganas de ver a nadie a esas horas…. Pero no es tan aburrido mirar a la gente, si agudizamos un poco la mirada y prestamos más atención a la gente que nos rodea, vamos a encontrar muchos personajes interesantes:
Esa chica de veinte años sentada junto a la ventanilla se dirige a su primer trabajo, un call center, no le gusta porque es tímida, pero no le queda otra, hace el esfuerzo porque sus padres no le pueden bancar los estudios, es una chica muy independiente que vive sola desde los 18; ese flaco alto que está parado junto a la puerta, es un busco, hoy va hacer un changa de electricidad, pero tiene aire de poeta; ese chica de tez morena sentado del lado del pasillo, se siente infeliz, trabaja 12 horas en un shoping, viendo vestidos que nunca se va a comprar, alguna vez empezó el CBC para medicina , pero no pudo trabajar y estudiar al mismo tiempo, no le daban los horarios; y aquella flaquita que está parada en el pasillo, por los pantalones celestes debe ser enfermera o residente, es casi épico lo de ser medico o enfermera en un país que no valora esas profesiones; esa de allá parece un chica de buena familia, viste con ropa de marca, tiene a pod, y unos apuntes de alguna faculta privada; ese adolescente debe estar deprimido, su mirada está perdida; y ahí vienen los atorrantes de siempre, remeras y bermudas largas, zapatillas Niké de 400 pesos, visera dada vuelta, y por supuesto celular última generación, con el que escuchan regaetton sin auriculares. Están muy drogados los tres, o vienen de robar o se van a lo de un dealer a comprar paco; y allá a los lejos, hay un tipo de unos 45 años durmiendo, tiene la ropa impersonal de operario, aún durmiendo se le nota la infelicidad. Seguramente hace mucho que trabaja como un burro de carga, en algún deposito de la zona sur en condiciones muy precarias, en un ambiente hostil de trabajo, donde no se lo valora, sino que se lo trata como si fuera una maquina de levantar bultos, ¿algún compañero le habrá preguntado últimamente, cómo se siente, si es feliz haciendo lo que hace? ¿Alguna vez tuvo la suerte de conocer a alguien que le haya dado algún libro de autoayuda, para torcer su destino? ¿ Se le habrá endurecido el corazón de tanto ser tratado como un aparato sin sentimientos?
La foto es de un tren en el India, ¿ vieron que acá no se viaja tan mal?
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