Amor, ópera y sueños

Una vez fui a una entrevista de trabajo en un casino, y el gerente como para romper el hielo me preguntó: “¿Usted está casado?” Yo le respondí que no, entonces él lacónicamente me dijo, “entonces, nunca se case, es lo peor que le puede pasar en la vida.” Me pareció muy fuera de lugar lo que me dijo, si bien sacó el tema para conocerme, su sentencia estuvo de mas, o el tipo estuvo casado un montón de veces y le fue mal, o es un eterno adolescente que no puede asumir responsabilidades como la de tener una familia. Quiero ser sincero, yo unos años atrás era bastante reacio a la idea del matrimonio, quizá en esto tenga que ver el fracaso de mis padres, pero hoy si bien por el momento no está entre mis planes, algún día me gustaría casarme y criar hijos felices y sanos. No quiero dejarme influenciar por esa clase de gente que pretende proyectar su decepción hacía los otros, queriéndote convencer de que si a ellos le fue mal, a vos tan bien te va a ir mal, fuera malas ondas.

Hay un aria de la escena final de la ópera Turandot de Giacomo Puccini, que se llama “Nessun dorma”, traducido al castellano: que nadie duerma. ¿Qué hermoso nombre no? Me parece una linda canción para musicalizar este post. Hoy la escuche cantada por un participante de un concurso de canto inglés o yanqui de una manera conmovedora. El video lo encontré en el blog de luz, y se los quiero mostrar:

Un canto a la vida, maravilloso emotivo momento, ese gordo con cara de bueno fue un absoluto ganador. Me gustaría aprender algo de italiano para poder descifrar los códigos pasionales del canto lírico. Otro cantante que la canta como los dioses es Jóse Carreras. Hoy estoy de buen ánimo, y cada palabra que tecleo me hace sentir bien; aunque quisiera poder expresarme mejor, pero ya el hecho de hacerlo tiene valor, cuantos hay que no lo pueden hacer, si yo puedo debo disfrutarlo.