Thursday, July 19, 2007

Su vida fue una hermosa locura

Esta semana terminé de leer un libro sobre la vida del padre de Sumo: Luca Prodan, del periodista Carlos Polimeni. Algo que me gusto mucho es que está narrado como si fuera una novela; incluye entrevistas que le hicieron a el italo-argentino- británico y testimonios de los miembros de la banda, de Jorge Crespo ( productor), Timmy Mac Kern ( amigo y manager), de la bella Mónica Strömp, la que fue su novia oficial y su hermano mayor. Me resultó muy útil su lectura ya que me dio un pantallazo de la historia del rock argentino, que hasta entonces desconocía.


Todo un personaje el tano, con todos los condimentos esenciales para ser parte de una ficción de novela: excéntrico, mentiroso, apasionado, cargado de contracciones como la de ser un tierno y un violento, culto y al mismo tiempo bestial, pensando e inconsciente, autodestructivo y arisco pero también amable. Un tipo de mundo, vivió en Roma, lugar donde nació, Londres Y Escocia, que un día apareció en la zona oeste del empobrecido conurbano bonaerense, cosa que suena increíble, y encontró su lugar en el mundo. Lo que cuenta acerca de su experiencia con la heroína es tremendo, y da una pista importante para comprender su alcoholismo, el alcohol fue un bálsamo contra los síntomas de abstinencia, si no bebía se ponía muy nervioso. Él fue un músico de toda la vida, estudió trompeta, canto en un coro, y toco la guitarra en las plazas de Roma, antes de Sumo. En su juventud vio a muchas bandas importantes, entre ellas Pink Floyd. Cuando vino de Londres a Buenos Aires trajo el reggae, cuando acá todavía no se escuchaba. Pettinato dijo que una charla con él era como estar con un poeta, cineasta, escritor, un loco lindo. También se hace referencia al cuento El perseguidor de Julio Cortázar sobre Charlie Parker, ya que ambos fueron perseguidores de la muerte, la buscaban con ansias, estaban predestinados a morir jóvenes. Yo me quedo con la idea de que fue un tipo muy lúcido, que vivió con tanta intensidad y energía que fue demasiado para un mortal.

Él murió cuando yo tenía 10 años, me hubiera gustado haber sido más grande en ese entonces, ya que durante un tiempo nos separaron algunos cuadras nada más, así que pude haber tenido muchas oportunidades de intercambiar algunas palabras con él, quizá alguna vez me lo crucé y no supe quien era, en ese entonces mi mundo era otro.

1 comment:

Alejandra Dening said...

Buen post!
Un capo Luca!

(yo también soy del oeste!)

Besos